Y dijo la grapadora vale solo que me va a costar graparlo por que las sillas están muy duras. Pero pondré un montón de grapas. Los niños se fueron y el libro y la grapadora empezaron su plan. Primero, la grapadora grapo el libro a la silla. Después, el libro empezó a leer el libro y se entero de que era un libro de fantasmas así que por eso lo leían más que a él .Por último, el libro se copió y la grapadora empezó a grapar otra vez. Los niños fueron felices por que tenían dos libros.
Érase una vez un libro feliz y al que utilizaban mucho. Un día una grapadora llegó a la casa y grapaban todos los días cada libro. Pero al libro protagonista nunca lo grapaban por que lo utilizaban mucho, al libro lo rechazaron y empezaron a utilizar otro libro que no grapo. Entonces el libro y la grapadora cicerón un plan porque, ¿no lo grapas a una silla mientras que leo las paginas para copiarme de él y que me lean más?
Pero el libro no estaba contento de esa manera, porque el quería ser el mejor de todos y que todo el mundo lo leyera. Para que eso se cumpliera necesitaba ayuda de la grapadora. Le pidió ayuda, y como eran buenos amigos, aceptó. El plan era el siguiente: la grapadora mientras que el otro libro dormía le puso grapas por todos lados hasta que lo rompió y al día siguiente todos los niños querían leer el libro y se peleaban por el. Un día una pelea por el libro se rompió y todos muy tristes vieron la grapadora la cogieron y se divirtiendo mucho. Ahora la grapadora era la favorita.
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